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martes, 27 de agosto de 2013

EL HOMBRE QUE PERDONABA

Hace muchos años, vivía un hombre que era capaz de amar y perdonar a todos los que encontraba en su camino. Por esta razón, Dios envió un ángel para que hablara con él. 
-Dios me pidió que viniera a visitarte y que te dijera que Él quiere recompensarte por tu bondad -dijo el ángel.. Cualquier gracia que desees, te será concedida. ¿Te gustaría tener el don de curar?
- De ninguna manera -respondió el hombre. -Prefiero que el propio Dios elija a aquellos que deben ser curados.
- ¿Y qué te parecería atraer a los pecadores hacia el camino de la Verdad?
- Esa es una tarea para ángeles como tú. Yo no quiero que nadie me venere, y tener que dar el ejemplo todo el tiempo.
- No puedo volver al cielo sin haberte concedido un milagro. Si no eliges, te verás obligado a aceptar uno.
El hombre reflexionó un momento, y terminó por responder:
- Entonces, deseo que el Bien se haga por mi intermedio, pero sin que nadie se dé cuenta -ni yo mismo, que podría entonces pecar de vanidoso.
Y el ángel hizo que la sombra del hombre tuviera el poder de curar, pero sólo cuan-do el sol estuviese dándole en el rostro. De esta manera, por dondequiera que pasaba, los enfermos se curaban, la tierra volvía a ser fértil, y las personas tristes recuperaban la alegría.
El hombre caminó muchos años por la Tierra, sin darse cuenta nunca de los milagros que realizaba, porque -cuando estaba de frente al sol, tenía a su sombra detrás.
De esta manera, pudo vivir y morir sin tener conciencia de su propia santidad.

PAULO COELHO
Reflexiones Diarias
Del miércoles 31 de agosto de 2000 al miércoles 31 de enero de 2001

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